Nicht alles ist wie es scheint. No todo es lo que parece.

Para aquellos que llevan años y tiempo conociendo paises y viajando y explorando, esta frase les resultara muy familiar en cualquier contexto que se presente. En mi contexto personal, lleva a una connotación social y cultural de un país al que le ponía una idea demasiado diferente a la que ahora tengo en mente.

Como empezar una frase como esta y no saber a que lado de la historia coger, resulta extraño como en cada contexto que la ubique me da una nueva historia que contar, algo nuevo por descubrir…No quisiera hablar de algo especifico, pero tampoco quisiera generalizar una idea demasiado grande y no llegar a un punto.

Así que aquí voy. Una ciudad magica, una historia que contar en cada rincon, Maria Teresa, la reina Sisi…mundos mágicos por descubrir y sobre todo una ciudad como muchos dirian „fria“. Por fria ya me he referido varias veces a su contexto social, pero ese tema lo aclararé más adelante.

En este contexto, paises tan lejanos como el mio que tenemos una temperatura diferente, representa un país totalmente frio en donde solo existe la idea de un saco, una sombrilla y botas pantaneras 365 dias a la semana. Lo curioso del tema viene pues, que aunque mi cabeza tenia esa idea, para mi no era tan ajeno el sentimiento de sentir lo frio como algo mas romantico, ya que no soy tan amante del calor.

Pero en este caso, es necesario confesar que nunca habia sentido tanta magia y felicidad como la que me dio la primavera sus comienzos y a raiz de eso, ver a Viena no solo como la ciudad de la historia, es verla como la ciudad de los jardines adornados con colores mágicos, con verdes impactantes. Yo se que muchos tienen la meta de llevar a Viena para ver a la Opera, a los monumentos y a las esculturas e historia que aca reposa. Pero dejarse llevar por solo un lado de la ciudad es un error que no vuelvo a cometer; porque perderme en las calles de esta ciudad, me hizo encontrar colores y vida en espacios más allá de los públicamente conocidos.

A continuación les presento a la felicidad, a la realidad más allá de lo historico. A esos recuerdos vivos que te enseñan que la vida es esto, es cada momento, es cada aroma es cada olor que disfrutas mientras el tiempo te da el espacio. Es curioso saber que estando ahorita en Otoño, este espacio no luce igual, pero nunca lo será y saber que presencie un arte por el momento que estuvo es sentirme en la gloria.

Recuerden que Viena no es solo un catalogo para ver, no son solo pasos que recorrer, es el aire que se vive, es la historia detras de un edificio, las flores y los parques que lo rodean, todo lo que ha hecho de ella una ciudad casi perfecta. Aun tengo mis dudas sobre la idea de caos y desorden que los Vieneses tienen (Soy latinoamericana jajajaja) pero mientras sigo en mi busqueda, los dejo con pedacitos poco conocidos de una ciudad que va llenando espacios inmensos en mi corazon.