Resumen de tres meses

En tres meses en Austria, he llegado al nivel A2.2 de alemán, lo que me permite tener conversaciones sencillas y entender el 8% de lo que escucho en la radio.

En estos tres meses he tomado muchos cafés. Muchos buenos, otros malos. He visto buenos conciertos, en plazas, en casas, en salas de conciertos. Casi todos buenos. He tenido tiempo para mí, para pensar, para sentir, para salir solo por la ciudad, para escuchar “Giant Steps” de John Coltrane y leer. Anduve mucho en bicicleta, en promedio, 4 kilómetros al día, lo que en tres meses suma 360 kilómetros, que es aproximadamente todo el recorrido del Danubio en este país.

He ido a bañarme al río muchas veces y me he impresionado todas las veces que lo he visto. Me he quedado detenido en el tiempo, hipnotizado, mirando el canal del Danubio desde el puente del Urania. He hecho nuevos amigos y me siento querido. He querido casa día, y me han querido cada día también. Duermo sano todas las noches. No me ha dado alergia, solo un dolor de cabeza. He mejorado mi técnica de guitarra. He tenido mucho calor (pero vi nieve cuando llegué).

Me he sentido bien. Podría decir, feliz. He ido al museo y he visto huesos de dinosaurio por primera vez. He comido las mejores ensaladas, quesos, panes y también salchichas espectaculares. He comido helados y tortas. He visto un desfile del orgullo gay, y me sentí feliz de ver tanta libertad, de ver cómo el mundo se quita las máscaras.

Me he sentido triste también. He visto la diferencia, el rechazo a los extranjeros, el machismo y a personas invisibles en las calles. También he extrañado mi casa, mi familia y tocar música con mis amigos. Extraño mucho la playa también, las olas y la costa desértica de mi país.

He faltado a la academia 2 días de 48 y he escrito 32 historias para el blog sobre las cosas que me pasan en Viena. Fui a Rumania. A alta Austria y Steiermark. Dormí en dos cabañas en los Alpes, en un auto en Wels y en una tienda en Salzburgo. Viajé en tren pero nunca en S-Bahn ni en bus aún. En estos tres meses he pensado que podría ser feliz mucho tiempo en este país. Estos tres meses parecen un año.

Espero, en los seis meses que me quedan en este país hasta que vuelva al Perú, que todo siga saliendo bien, y espero poder seguir contándoles cada buen momento en este camino nuevo. Espero también, que sus días, semanas, meses o años en este país, también sean benditos como los míos.

Allin Kawsay (en el idioma quechua de mi país, significa “buen camino”)