Para no hacerles el cuento largo

Poco a poco la vida volvió a su normalidad, yo empezaba a aprender mas palabras de alemán, empezaba a conocer gente algo que con el COVID parecía imposible de alcanzar, empecé a conocer nuevos restaurantes, probar nuevos platillos, y lo mejor de todo es que el calorcito por fin iniciaba. No sabía al inicio que me iba a gustar de Viena, como me iba a relacionar con la ciudad, o inclusive por donde empezar, creo que no solo era descubrir Viena si no descubrirme a mi en ella. Sabiendo que mi vida de México ya no estaba, mi vida de normalidad sin COVID tampoco, ahora era yo en una ciudad nueva bajo unas circunstancias totalmente desconocidas. Y eso es algo que es impactante y creo que mi consejo que le daría a mi yo de hace unos meses y a toda la gente que llega a esta ciudad sintiéndose un poco perdidos es; es normal lo que estas sintiendo, no estas sol@, hay miles de personas como tu pasando por la misma situación o peor, el estar aquí ya es ganancia, lo único que queda es dar pequeños pasos a la vez, ser paciente con uno mismo y con las circunstancias, y nunca perder las esperanzas. Vas bien y vas a estar mejor.