El dativo, el acusativo y otros monstruos

Oh no.

El momento ha llegado. Mi amigo David me había hablado de esto. Concretamente me dijo un día: “A1 es sencillo, en A2 se pone difícil”, y después fue más grave: “el alemán es un idioma que se aprende como una pirámide invertida, en otras palabras, cada vez se pone peor”.

Hoy, con los casos dativo y acusativo del adjetivo, lo he vivido en carne propia.

El comienzo del alemán me parecía relativamente fácil y venía confiado, aunque con algo de temor porque sabía que este momento llegaría, el momento de los casos y declinaciones de los sustantivos y adjetivos. Con los primeros, los de los sustantivos, me estaba yendo mejor y había formado una estructura que funcionaba y tenía sentido. Pero ahora que vemos los del adjetivo todo ha cambiado y siento que he retrocedido.

Es interesante esto de aprender un idioma porque te reta constantemente a construir y reconstruir, a conectar nuevas partes del cerebro y ejercitar partes que uno no sabe que tenía de la mente y la memoria. Ya no solo es como un juego, sino como una carrera en la que hay que estar activo y atento, sino se nos pasa todo por delante sin comprender. Me gusta, confieso que me asusta un poco, pero sobre todo, me motiva.

Bienvenido A2 y gracias David por ponerme al tanto. Yo me despido rápido porque mañana tengo examen precisamente sobre esto.

Tschüs!