3 grandes diferencias entre el español y el alemán

Uno aprende por comparación. Contrasta lo que sabe con lo que no sabe. En mi caso, el español es mi primera referencia de idioma y desde allí intento comprender el alemán. Sin embargo, no es siempre útil porque son sistemas muy diferentes. Acá tres diferencias que llamaron mi atención.

Los números al revés

Comparado con el español, en alemán los números se dicen al revés. Por ejemplo, el número 23 en español es veinte y tres, lo cual se reduce a “veintitrés”. En alemán es “tres y veinte”, que se escribe “dreiundzwanzig”. Así, 34 es “vierunddreizig”, 42 es “zweiundvierzig” y así. Pero no es grave, con ejercicio todo se aprende.

El sol es femenino y la luna es masculina

Una de las cosas que más llamó mi atención fue que en alemán el sol es “die Sonne”, y la luna “der Mont”, con los artículos femenino y masculino, respectivamente. En mi tradición se da por sentado que el sol es “varón” y la luna “mujer”. El sol ha sido el dios de la cultura de los Incas en los Andes de Sudamérica, se le relaciona con la fecundación y la fuerza, mientras que a la luna con la maternidad, la belleza y como la compañera del sol. Claro que todos sabemos que el sol no es hombre ni mujer, y la luna ni uno ni otro también, pero la relación es interesante y para mí significa una divertida ruptura de patrones.

La pronunciación

Hacer sonidos que nunca he hecho con mi voz es quizás lo más difícil. Ya no solo tengo las vocales a, e, i, o, u, sino que se suman las complejas “umlaut” ä, ö y ü. La primera por ejemplo se pronuncia como una “a” con una “e”, al mismo tiempo (que es poner con los músculos de la boca listos para decir “e” pero pronunciar “a”). La ö mezcla la “o” con la “u”. Se usa en “schön” que es “bonito”. Y finalmente la ü, que es como una “u” con “i”. Se una en la preposición “für”, que es “para”. Ni hablar de la pronunciación de la “r”. Eso merece post independiente.

Las diferencias con el español son en realidad más profundas y se revelan a la hora de armar oraciones. Hay formas que desde el español son imposibles de comprender porque no existen en el alemán, y viceversa. Mi cerebro las sigue aprendiendo y repitiendo hasta que por fin, un día las adquieran como suyas. Con grandes diferencias también -aunque menos- el inglés me parece mejor referencia para aprender alemán.

Y en tu caso, ¿Cómo es con tu idioma materno?